.

3.6.11

¡Cuidado con el BLOG!

En la actual sociedad, nos regimos por un sinnúmero de medios de comunicación y entre ellos encontramos un obstáculo en cuanto nos referimos al uso de la computadora para lograr acceder a medios que nos darán oportunidad de sumergirnos en un mundo nuevo y de esta manera alcanzar otros logros pertenecientes a nuestro campo de trabajo.

El hecho es que el ser humano es un ser sociable y por ende, debe comunicarse y que mejor que emplear medios tecnológicos para hacerlo. Hoy en día nos percatamos muchas personas recurren al uso de las TICs con finalidades distintas, sin embargo; todas cumplen con el papel de Emisor, Receptor y comparten un mensaje; siendo el vehículo de comunicación, un espacio virtual, donde las ideas, experiencias, conocimientos y procedimientos convergen, desde el Facebook, el MetroFlog, Hi5, Twitter y una infinidad de plataformas de Blogger`s.

Que mejor que darnos el tiempo para acceder a estos medios y ponerlos en práctica con nuestro alumnado o mejor aún, usarlo como espacio de intercambio con nuestros colegas.

2.6.11

Historia en la escuela primaria.

No existen mundos paralelos ni artilugios que nos permitan viajar al pasado y entender nuestra propia historia, esto sería muy útil para que en la clase de cualquier grado, el objeto de enseñanza aprendizaje, es decir; el alumno, viviera todos esos sucesos que vienen impresos en los libros llenos de fechas, personajes ilustres, sitios nunca antes nombrados y acciones no pensadas por un alumno.

Debemos evocar en el alumno una conciencia de respeto por aquello que pasó sin inundarlo de historias con hèroes y villanos, ya que solo transmitir conocimientos y llenar al niño tal cual fuera un vaso de agua, no es útil, al contrario, lo deja vacio y sin  expectativa alguna de querer aprender historia, puesto que lo llevamos de la mano en el camino de la memorización.

El hecho de querer repetir la historia y remontarnos a como la aprendimos, no es totalmente útil cuando lo unico que hacemos es decir lo que estuvo bien o mal de nuestros docentes, ya que lo correcto sería tomar lo que nosotros llamamos errores y conjuntarlos para que no solo no se vuelvan a repetir sino aprender de ellos para aterrizar en una propuesta metodológica de enseñanza que sea atractiva para el educando, que lo lleve a no sólo imaginar los hechos, sino a adentrarse en los hechos para que a partir de su análisis los aprehenda.